PREGUNTAS FRECUENTES
¿Cómo puedo saber que tarifa eléctrica tengo?
Puedes encontrarla en tu factura. Busca el concepto “Tarifa de acceso” y al lado, encontrarás un código similar a “2.0A”, “2.0DHA”, “2.1A”, etc. Esa es tu tarifa.
¿Me quedaré sin electricidad o gas al hacer el cambio?
No. Seguirás recibiendo el gas y la electricidad a través de las mismas tuberías y cables. En ningún momento se interrumpe el suministro durante el cambio. Está garantizado por Ley.
¿Necesito hacer algún cambio en mi instalación para cambiar de comercializador?
El proceso de cambio es sólo un trámite administrativo y no es necesario cambiar nada. Ni en el contador, ni en la instalación.
¿Qué necesito para cambiar de suministrador de electricidad o de gas?
Durante el proceso vamos a pedirte unos datos que se encuentran en tu factura de electricidad o de gas para poder mostrarte las tarifas que se ajustan mejor a tu consumo. Si tienes dudas sobre dónde encontrar la información puedes consultar nuestra guía “Conoce tu factura”. Si no tienes una factura a mano, no te preocupes, te daremos una estimación de precios respondiendo a unas cuantas preguntas para calcular cuál es tu consumo de electricidad o gas.
¿Qué es el mercado libre?
Además de la tarifa regulada, puedes contratar tu suministro de gas o tu suministro de electricidad con la comercializadora que quieras, con una tarifa y condiciones pactadas entre las dos partes al igual que haces con otros servicios como la telefonía. Esta modalidad de contratación se conoce como mercado libre. En Conesur te mostramos todas las ofertas disponibles para que puedas elegir y contratar la que más te convenga.
¿Cómo ahorrar en la factura de la electricidad?
Con las constantes subidas de precio de los últimos años ahorrar en la factura de la luz es fundamental para los hogares españoles. Aunque con el importante peso que actualmente tiene la parte fija de la factura es difícil reducir lo que pagamos en el recibo, podemos seguir algunos consejos que nos permitirán no pagar de más por nuestra electricidad.
1. Bajar la potencia contratada. Es actualmente una de las mejores formas de ahorrar en nuestra factura. La potencia contratada es una de las cuatro partes de las que se compone la factura eléctrica, junto a la energía consumida, que se refiere a la electricidad que hemos consumido durante el periodo de facturación y que se refleja en nuestro contador expresado en kilovatios/hora; el alquiler de contados, por el que pagamos todos los meses una pequeña cantidad que apenas supera el euro; y los impuestos, tanto el de la electricidad como el IVA, un total del 27%.
La potencia contratada es concretamente la potencia que un cliente acuerda contratar con su compañía de electricidad. Se expresa en kilovatios y que contratemos mayor o menor potencia depende del número de aparatos eléctricos que tengamos: cuanta mayor sea nuestra necesidad eléctrica mayor deberá ser la potencia contratada. Se trata del máximo de electricidad que podemos consumir en nuestra vivienda, es decir, lo que necesitamos para que nuestros aparatos funcionen a la vez sin que salten por ello los plomos.
Independientemente del consumo eléctrico que se realice el coste de la potencia contratada se pagará en cada recibo, ya que es uno de los aspectos que se incluyen en el término fijo de la factura y que cuyo precio se ha incrementado notablemente en los últimos años, así como el peso que esta parte tiene en el conjunto de la factura eléctrica.
Reducir uno o varios tramos la potencia contratada nos permite pagar menos cada mes por esos costes fijos pero ¿cómo sabemos si podemos reducir esa potencia sin perder calidad en el servicio eléctrico? Para calcular si tenemos contratada una potencia mayor a la necesaria podemos calcular la potencia de nuestros aparatos eléctricos (en kW), tan solo de aquellos que por lo general funcionan a la vez como el frigorífico, la nevera, el lavavajillas, etc. Así podremos hacernos una idea aproximada de la potencia que necesitamos.
Para reducir la potencia debemos ponernos en contacto con nuestra compañía de electricidad y solicitar el cambio, que implica un coste que no llega a los 10 euros.
2. Comparar precios. Otra acción sencilla para ahorrar en la factura de electricidad es comparar entre todas las ofertas del mercado para encontrar aquella que se ajusta mejor a nuestro consumo al mejor precio. Los millones de hogares que aun tienen contratada la tarifa regulada, el PVPC, pueden contratar una oferta en el mercado libre donde poco a poco comienzan a surgir ofertas cada vez más interesantes debido a la mayor competencia y a la aparición de nuevas compañías en el mercado.
Utilizar herramientas de comparación como el comparador de Conesur nos permite en menos de cinco minutos acceder a todas las ofertas disponibles y encontrar cuales son las tarifas de electricidad más baratas y las más interesantes por su servicio. Sólo comparando ofertas de electricidad podemos llegar a ahorrar hasta 168 euros al año en nuestro recibo de la luz.
3. Revisar el tipo de tarifa. Existe la posibilidad de contratar una tarifa eléctrica de discriminación horaria según la cuál nuestro consumo energético será más caro o más barato en función de los momentos del día en los que realicemos ese consumo. De este modo existen unas horas “punta” donde la energía es más cara, que suele corresponderse con las horas centrales del día, y un periodo “valle” donde la electricidad es más económica y que comienza a las 22.00 horas. Si realizas gran parte de tu consumo durante las horas nocturnas quizá te convenga elegir una tarifa con discriminación horaria para reducir el coste de tu recibo.
4. Cuidado con el ‘stand by’. Dejar nuestros aparatos eléctricos apagados pero en funcionamiento, es decir, cuando están con el piloto rojo encendido, implica un gasto energético que puede alcanzar hasta el 10% de nuestro consumo total anual, entre 60 y 100 euros. Un gesto tan sencillo como apagarlos completamente o desenchufarlos puede hacernos ahorrar dinero en la factura de la electricidad.
5. Utilizar programas inteligentes o eco. La mayoría de los electrodomésticos cuentan con programas eco o inteligentes que nos ayudan a ahorrar energía. Al funcionar con temperaturas mas bajas el consumo es menor y utilizar aparatos como la lavadora o lavavajillas con estos programas pueden suponer ahorros de hasta el 40% en electricidad. Igualmente es conveniente vigilar la temperatura del frigorífico y mantenerla a unos 5º en el caso del frigorífico y de -10º para el congelador. En este caso, además, limpiar la escarcha nos puede evitar un consumo extra de electricidad.
6. Comprar electrodomésticos eficientes. Si vamos a renovar los electrodomésticos convienen apostar por aquellos que son más eficientes. Aunque puedan resultar más caros la inversión se amortiza a la larga y, además de reducir nuestro consumo de electricidad, estaremos ayudando al medio ambiente
7. Utilizar bombillas de bajo consumo. Con una medida tan sencilla como esto es posible ahorrar hasta 200 euros al año en el recibo de la electricidad. A pesar de tener un coste más elevado duran mucho más y consumen hasta un 80% menos que las tradicionales bombillas incandescentes, con lo que su uso merece la pena.
8. Reducir el consumo en la cocina. Algunos consejos sencillos al utilizar la cocina eléctrica nos pueden resultar útiles para pagar menos en el recibo de la luz. Gestos como apagar el fuego cinco minutos antes y finalizar la cocción con el calor residual o utilizar recipientes del tamaño adecuado para no desperdiciar calor son algunos ejemplos de eficiencia energética en la cocina.
9. Moderar el uso de radiadores eléctricos. El uso de estos aparatos suele dispara el consumo al ser más ineficientes que otros sistemas de calefacción. Si no dispones de otro modo de calentar la vivienda intenta limitar su uso a cuando sea realmente necesario.
10. Apagar las luces. Aunque suene obvio, encender las luces de forma prudente e intentar apagarlas cuando no sean necesarias es básico para controlar el consumo.
1. Bajar la potencia contratada. Es actualmente una de las mejores formas de ahorrar en nuestra factura. La potencia contratada es una de las cuatro partes de las que se compone la factura eléctrica, junto a la energía consumida, que se refiere a la electricidad que hemos consumido durante el periodo de facturación y que se refleja en nuestro contador expresado en kilovatios/hora; el alquiler de contados, por el que pagamos todos los meses una pequeña cantidad que apenas supera el euro; y los impuestos, tanto el de la electricidad como el IVA, un total del 27%.
La potencia contratada es concretamente la potencia que un cliente acuerda contratar con su compañía de electricidad. Se expresa en kilovatios y que contratemos mayor o menor potencia depende del número de aparatos eléctricos que tengamos: cuanta mayor sea nuestra necesidad eléctrica mayor deberá ser la potencia contratada. Se trata del máximo de electricidad que podemos consumir en nuestra vivienda, es decir, lo que necesitamos para que nuestros aparatos funcionen a la vez sin que salten por ello los plomos.
Independientemente del consumo eléctrico que se realice el coste de la potencia contratada se pagará en cada recibo, ya que es uno de los aspectos que se incluyen en el término fijo de la factura y que cuyo precio se ha incrementado notablemente en los últimos años, así como el peso que esta parte tiene en el conjunto de la factura eléctrica.
Reducir uno o varios tramos la potencia contratada nos permite pagar menos cada mes por esos costes fijos pero ¿cómo sabemos si podemos reducir esa potencia sin perder calidad en el servicio eléctrico? Para calcular si tenemos contratada una potencia mayor a la necesaria podemos calcular la potencia de nuestros aparatos eléctricos (en kW), tan solo de aquellos que por lo general funcionan a la vez como el frigorífico, la nevera, el lavavajillas, etc. Así podremos hacernos una idea aproximada de la potencia que necesitamos.
Para reducir la potencia debemos ponernos en contacto con nuestra compañía de electricidad y solicitar el cambio, que implica un coste que no llega a los 10 euros.
2. Comparar precios. Otra acción sencilla para ahorrar en la factura de electricidad es comparar entre todas las ofertas del mercado para encontrar aquella que se ajusta mejor a nuestro consumo al mejor precio. Los millones de hogares que aun tienen contratada la tarifa regulada, el PVPC, pueden contratar una oferta en el mercado libre donde poco a poco comienzan a surgir ofertas cada vez más interesantes debido a la mayor competencia y a la aparición de nuevas compañías en el mercado.
Utilizar herramientas de comparación como el comparador de Conesur nos permite en menos de cinco minutos acceder a todas las ofertas disponibles y encontrar cuales son las tarifas de electricidad más baratas y las más interesantes por su servicio. Sólo comparando ofertas de electricidad podemos llegar a ahorrar hasta 168 euros al año en nuestro recibo de la luz.
3. Revisar el tipo de tarifa. Existe la posibilidad de contratar una tarifa eléctrica de discriminación horaria según la cuál nuestro consumo energético será más caro o más barato en función de los momentos del día en los que realicemos ese consumo. De este modo existen unas horas “punta” donde la energía es más cara, que suele corresponderse con las horas centrales del día, y un periodo “valle” donde la electricidad es más económica y que comienza a las 22.00 horas. Si realizas gran parte de tu consumo durante las horas nocturnas quizá te convenga elegir una tarifa con discriminación horaria para reducir el coste de tu recibo.
4. Cuidado con el ‘stand by’. Dejar nuestros aparatos eléctricos apagados pero en funcionamiento, es decir, cuando están con el piloto rojo encendido, implica un gasto energético que puede alcanzar hasta el 10% de nuestro consumo total anual, entre 60 y 100 euros. Un gesto tan sencillo como apagarlos completamente o desenchufarlos puede hacernos ahorrar dinero en la factura de la electricidad.
5. Utilizar programas inteligentes o eco. La mayoría de los electrodomésticos cuentan con programas eco o inteligentes que nos ayudan a ahorrar energía. Al funcionar con temperaturas mas bajas el consumo es menor y utilizar aparatos como la lavadora o lavavajillas con estos programas pueden suponer ahorros de hasta el 40% en electricidad. Igualmente es conveniente vigilar la temperatura del frigorífico y mantenerla a unos 5º en el caso del frigorífico y de -10º para el congelador. En este caso, además, limpiar la escarcha nos puede evitar un consumo extra de electricidad.
6. Comprar electrodomésticos eficientes. Si vamos a renovar los electrodomésticos convienen apostar por aquellos que son más eficientes. Aunque puedan resultar más caros la inversión se amortiza a la larga y, además de reducir nuestro consumo de electricidad, estaremos ayudando al medio ambiente
7. Utilizar bombillas de bajo consumo. Con una medida tan sencilla como esto es posible ahorrar hasta 200 euros al año en el recibo de la electricidad. A pesar de tener un coste más elevado duran mucho más y consumen hasta un 80% menos que las tradicionales bombillas incandescentes, con lo que su uso merece la pena.
8. Reducir el consumo en la cocina. Algunos consejos sencillos al utilizar la cocina eléctrica nos pueden resultar útiles para pagar menos en el recibo de la luz. Gestos como apagar el fuego cinco minutos antes y finalizar la cocción con el calor residual o utilizar recipientes del tamaño adecuado para no desperdiciar calor son algunos ejemplos de eficiencia energética en la cocina.
9. Moderar el uso de radiadores eléctricos. El uso de estos aparatos suele dispara el consumo al ser más ineficientes que otros sistemas de calefacción. Si no dispones de otro modo de calentar la vivienda intenta limitar su uso a cuando sea realmente necesario.
10. Apagar las luces. Aunque suene obvio, encender las luces de forma prudente e intentar apagarlas cuando no sean necesarias es básico para controlar el consumo.
¿Qué incluye el actual recibo de la luz?
En junio de 2014 se modificó el modelo de factura que reciben los consumidores de electricidad con el objetivo de hacerla más clara y completa. Los clientes que cuentan con la tarifa regulada, el PVPC, ahora cuentan con más información sobre su consumo y qué pagan por cada uno de los conceptos que incluye el recibo. A continuación detallamos cuáles son los principales elementos que podemos encontrar en la factura de la electricidad.
1. Datos de la compañía y resumen de la factura: en la primera página de la factura encontramos los datos de nuestra comercializadora, su logotipo y datos fiscales. Además encontramos un recuadro con el resumen del importe a pagar y el límite para abonar dicha cantidad.
2. A continuación y también en la primera página encontramos un cuadro a modo de resumen con el detalle de los importes a pagar con el desglose entre lo que corresponde a nuestro consumo, a los impuestos y la potencia contratada. De este modo, podemos ver cuánto destinamos a cada concepto y entender mejor cuánto hemos consumido en el periodo facturado.
3. Información en detalle del consumo de electricidad: es la parte central de la factura donde se refleja cuál ha sido nuestro consumo energético durante los meses de facturación y se comparar dicho consumo con los periodos anteriores. El cuadro nos muestra también una media de nuestro consumo y del gasto anual acumulado. Esta información nos resultará útil para conocer cuáles son nuestros picos de consumo lo que nos servirá para estar prevenidos ante el gasto que se producirá en esos meses y, a la vez, analizar si podemos reducir el gasto en esos periodos.
4. Datos del contrato: la última parte de la primera página de la factura se centra en los datos del contrato como el tipo de contrato que tenernos, CUPS, domicilio, etc.
5. En la segunda página de la factura encontraremos el desglose en detalle del importe del recibo, es decir, dónde va cada euro que estamos pagando en ese recibo y cómo se han hecho los cálculos para llegar a la cantidad total que debemos pagar.
6. La tercera página de nuestro recibo de electricidad incluye información de interés para el consumidor como las diferentes modalidades de contratación existentes o de dónde procede la energía que consumimos.
1. Datos de la compañía y resumen de la factura: en la primera página de la factura encontramos los datos de nuestra comercializadora, su logotipo y datos fiscales. Además encontramos un recuadro con el resumen del importe a pagar y el límite para abonar dicha cantidad.
2. A continuación y también en la primera página encontramos un cuadro a modo de resumen con el detalle de los importes a pagar con el desglose entre lo que corresponde a nuestro consumo, a los impuestos y la potencia contratada. De este modo, podemos ver cuánto destinamos a cada concepto y entender mejor cuánto hemos consumido en el periodo facturado.
3. Información en detalle del consumo de electricidad: es la parte central de la factura donde se refleja cuál ha sido nuestro consumo energético durante los meses de facturación y se comparar dicho consumo con los periodos anteriores. El cuadro nos muestra también una media de nuestro consumo y del gasto anual acumulado. Esta información nos resultará útil para conocer cuáles son nuestros picos de consumo lo que nos servirá para estar prevenidos ante el gasto que se producirá en esos meses y, a la vez, analizar si podemos reducir el gasto en esos periodos.
4. Datos del contrato: la última parte de la primera página de la factura se centra en los datos del contrato como el tipo de contrato que tenernos, CUPS, domicilio, etc.
5. En la segunda página de la factura encontraremos el desglose en detalle del importe del recibo, es decir, dónde va cada euro que estamos pagando en ese recibo y cómo se han hecho los cálculos para llegar a la cantidad total que debemos pagar.
6. La tercera página de nuestro recibo de electricidad incluye información de interés para el consumidor como las diferentes modalidades de contratación existentes o de dónde procede la energía que consumimos.